PRENSA

REVOLUCIÓN EN EL LABORISMO ISRAELÍ

Por Victor Zajdenberg, con la esencial colaboración de Amnon Zaidemberg desde Israel
                                                          
Una respuesta posible a lo sucedido dentro del legendario Partido Laborista israelí, donde acaba de ser elegido líder del mismo el foráneo Avi Gabbay, sería similar al triunfo del Brexit en Gran Bretaña, Donald  Trump en los EE.UU. y Macrón en Francia, adaptado a la realidad del laborismo en Israel con simpatizantes desencantados de la vieja guardia laborista.
Voto contra el establishment, a favor de lo nuevo, lo distinto y lo inesperado, además de verlo girar a Gabbay en muy poco tiempo de la derecha (Likud) al centro (Kulanu) y posarse finalmente en la centro izquierda laborista, venciendo al intelectual (hijo de un Presidente de Israel) Isaac Herzog y luego al poderoso líder sindicalista de la Histadrut Amir Peretz.  
En el caso de Avi Gabbay (50 años) hay que agregarle que durante los últimos meses realizó encuentros personales con grupos de israelíes casi a diario. Contó quién es, de donde viene, en que cree y que quiere hacer. Y convenció a muchos con su inteligencia, su transparencia y su trabajo realizado tanto en el campo privado como en la función pública. 
Creció en un ambiente muy humilde pero ya a los 9 años notaron sus cualidades y capacidades lo que le dio acceso a una buena educación en Jerusalem trabajando de jovencito para ayudar a su familia. En el ejército estuvo en la inteligencia y luego estudio en la Universidad Hebrea Economía y Administración de Empresas.
Ingresó en el ministerio de Hacienda y más adelante entró en Bezeq, uno de los principales proveedores de servicios de telecomunicaciones y de Internet de Israel, donde llegó a ser Gerente General con una gestión muy bien considerada por la cual fue muy bien remunerado.
Siendo miembro del Partido Kulanu y de la mano de su líder Moshé Kahlón asumió como Ministro de Medio Ambiente en el Gobierno de Netanyahu, aunque sin poder desplazar al segundo del mencionado Partido, Ioav Galant, que a su vez sigue ejerciendo como Ministro de Vivienda.  
La esposa de Gabbay, Ayelet, estaba en High-Tech y decidió pasarse a Educación para poder favorecer e interactuar con los jóvenes del secundario. Tienen 3 hijos varones.
Si bien el triunfo de ayer es una gran hazaña política y electoral no hay que agrandarla demasiado, ya que tiene por delante a Yair Lapid (Iesh Atid) quien atrae a la amplia clase media israelí y a Bibi Netanyahu (Likud), que se ha convertido en un “longevo animal político” (en el buen término si lo comparamos con la Merkel de Alemania y otros grandes líderes).
No hay que olvidar que el Laborismo llegó a tener en el pasado centenares de miles de militantes que hoy se redujeron a solo decenas de miles; ese será el gran desafío de Gabbay.
 A Gabbay lo apoyaron abiertamente desde hace meses Ehud Barak, el general Amiram Levin y Carmi Gilon, ex jefe de los servicios secretos y ex embajador.
Tanto Bibi como Lapid son más carismáticos y representativos que Gabbay, pero ambos juegan a todas las puntas y mantienen sus ideas muy vagas, mientras que Gabbay no dudó en renunciar a la comodidad de ser ministro cuando Bibi reemplazó a Boggie Yaalon con Avigdor Liberman como Ministro de Defensa. 
Gabbay es tan inteligente como Bibi, aprende rápido pero todos consideran muy improbable que pueda amenazar a Bibi que es considerado un maestro manejando el mundo mediático y las redes sociales y un mago político.
En las encuestas de hoy Gabbay, muy festejado por muchos, está por arriba de Lapid pero todavía lejos de Bibi. 
Bibi está muy callado porque su primo y abogado de confianza esta siendo investigado , junto con 5 personas mas , por la policía en un caso de posible corrupción relacionado a la compra de submarinos de Alemania. Se llama Caso 3000 y si bien Bibi se mantiene al margen , la mayoría de los israelíes esta convencida que fue una manera elegante de poner al costado varias decenas de millones de Euros para el futuro.
Una de las premisas de Gabbay es hacer campaña limpia sin ensuciar a los demás. Lo llama campaña positiva. Sus adversarios en el laborismo dijeron de el de todo y el se mordió los labios y se aguantó. Le sirvió y logró imponerse. Con Bibi, que ya debe tener un equipo de expertos analizando vida y obra de Gabbay, le va a ser más difícil.
Los votantes israelíes han dado un gran vuelco a la derecha (la gran amenaza de Bibi hoy no es ni Lapid ni Gabbay , sino, Benett). 
Y para Gabbay ,poder competir con todos ellos, será probablemente muy difícil, aunque como ya se dijo Trump y Macrón demostraron que “se puede”.
En el país de los milagros no hay que perder la esperanza.