PRENSA

La guerra por la guerra, por Martín Caparrós

Caminamos despacio, los pasos muy medidos, silenciosos, como se camina en las iglesias o en las cárceles. Miramos las películas y las fotos y las cosas con miedo de mirarlas, como quien se tapa los ojos con las manos. Somos pocos: esta tarde somos pocos y nos tratamos con esa cortesía severa de los velorios: como si quisiéramos decirnos que lo sentimos y, sobre todo, que no somos como ésos; como si necesitáramos ser otros. Pero no somos otros —y el peso de ese mundo es el peso del mundo. Lo peor es saber que todo eso sucedió hace no tanto y aquí mismo. Aquí, en Gdansk, al norte de Polonia, junto al Báltico, empezó la guerra más mortal de la historia. Aquí, en este museo que la narra, empezó hace unos meses una guerra por la historia que no es mortal sino bastante obscena.