PRENSA

El terrorismo de los mal llamados «lobos solitarios», por Marcos Aguinis

Los atentados terroristas que se están multiplicando con rapidez en Occidente se diferencian de las espantosas guerras que desde hace años asuelan Siria y otros países musulmanes, porque parecen el producto de mentes alteradas que actúan en forma individual. Por eso se los llama «lobos solitarios». No estoy de acuerdo. Semejante aseveración tiene dos objetivos principales: tranquilizar la culpa de quienes deben prevenirlos y seguir ignorando su causa profunda. La causa profunda radica en la prédica del odio y la promesa del edén que realizan muchísimos clérigos musulmanes con fogosa intensidad. Los «lobos solitarios» son el producto de un intenso lavado de cerebro, los mejores alumnos de prédicas asesinas que alteran los sentimientos y penetran en jóvenes frustrados, irracionales e ignorantes.