Hace 75 años, los aliados durante la Segunda Guerra Mundial pudieron bombardear los campos de concentración nazis. Nuevos documentos develados por la ONU revelan que conocían en 1942 la existencia de estos campos y los planes de los jerarcas nazis para exterminar a millones de judíos y otras víctimas. Sin embargo, no hicieron nada, y dos años después comenzaron los alemanes subordinados a los planes de Adolf Hitler a ejecutar de forma masiva, con todo el horror inimaginable, a los judíos. Seis millones de muertos. Una cifra de pavor, pero cada uno de ellos ha de representar una muesca imborrable en la memoria atemporal de la humanidad, para no olvidar nunca de lo que son capaces los peores monstruos de nuestra historia.
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