El Ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, compartió, en un breve y preciso relato, los avatares de sus ancestros, oriundos de diferentes geografías, un legado entre dos mundos que forjaron su identidad católica y sefaradí. Para comenzar, se definió como un judío gastronómico, con sensibilidad para reconocer su doble identidad que en su juventud no entendía: judío, por su madre, y por su padre, bautizado católico. Hoy rescata y valora esa rica herencia en un país, Argentina, que lo ampara en su compleja diversidad. El acto fue organizado por el CIDICSEF y tuvo el auspicio de la Comunidad Bene Mizrah, la DAIA, Amigos de la Universidad de Tel Aviv y FESERA. La presentación la hizo el Presidente del CIDICSEF, Dr. Mario Eduardo Cohen.
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