Durante mucho tiempo, la terminología de insultos propios de la Alemania nazi habían quedado en una suerte de limbo; sin embargo las autoridades están en alerta puesto que muchas de esas palabras volvieron a aparecer en manifestaciones callejeras donde el debate público está cada vez más polarizado en torno a los migrantes. “Tenemos un verdadero problema de democracia en este país, pagamos el precio por haber rechazado durante años abrir los ojos”, dijo la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Claudia Roth, del partido ecologista. La controversia se pudo ver a las claras cuando la canciller Angela Merkel fue abucheada el día de la fiesta nacional, el 3 de octubre, en Dresde, a gritos de “traidora a la patria” por un pequeño grupo de manifestantes cercanos a la extrema derecha, que acudieron para denunciar su política de apertura con los refugiados. Más información.
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