En las últimas semanas se produjeron varios hechos de neto corte antisemita, entre los cuales el ocurrido en la ciudad de Bariloche tuvo una gran repercusión mediática. Allí, en una de las fiestas que se organizan para los contingentes de estudiantes, en este caso de disfraces, a la que asistían entre otros alumnos de la escuela ORT y estudiantes de la Sociedad Escolar y Deportiva Alemana (Sedalo) de Lanús, algunos de estos últimos lo hicieron con cruces esvásticas y bigotes similares a los de Adolfo Hitler, lo que generó una, pues los de ORT se indignaron al verlos y reaccionaron en forma violenta, según lo informado por los medios.
Entre el resto de los hechos antisemitas mencionaremos algunos otros. Uno de ellos es en la ciudad de Santa Fe donde pintaron en la fachada de la escuela secundaria N°256 General Juan Bautista Bustos un pedido de renuncia a su director, José Müller, que hacía alusión a su religión judía.
También que la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (ADPRA) repudió al Defensor del Pueblo del Municipio de San José de los Cerrillos de la provincia de Salta, Carlos Andrés Paz, debido a que publicó comentarios antisemitas y violentos en sus redes sociales; que en Mendoza, de acuerdo a lo publicado por el diario local El Sol, un grupo de alumnos de secundaria del colegio Martín Zapata, una escuela pública dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo, difundieron en las redes sociales frases como “Hitler, resucitá y llevátelos a todos” y “perdónalos Adolf… no saben lo que hacen” junto a fotos alusivas al holocausto (horno y jabones) o al saludo de “Heil Hitler”; y finalmente que la agencia noticiosa oficial Télam informa que las autoridades de la DAIA Santa Fe denunciaron que el cementerio judío de Moisés Ville fue profanado, y que se estaba investigando si fue un hecho antisemita o delictivo.
Ante cada uno de estos hechos -como en el resto de los ocurridos- la DAIA, y sus filiales del Interior del país directamente involucradas, actuaron de forma inmediata efectuando tanto la denuncia -si correspondía- como iniciando acciones, por ejemplo en el caso de los alumnos de la escuela secundaria de Lanús, destinados a explicarles lo que fue la Shoá y generando programas educativos. Programas que deberían ser aplicados también a otras escuelas secundarias del país, a fin de evitar situaciones como las ocurridas.
Pero a la vez nos surge un interrogante, que sabemos que también muchos miembros de la comunidad se están planteando, para el que -por el momento- no tenemos respuesta: ¿Cuáles son las causas que produjeron esta seguidilla de actos antisemitas en Argentina?
Consideramos que investigar qué motivó a estudiantes de la Sociedad Escolar y Deportiva Alemana (Sedalo) de Lanús, a disfrazarse con cruces esvásticas y bigotes como el que usaba Hitler; o que alumnos de una escuela pública mendocina escriban en las redes sociales las frases que publicamos más arriba, brindará una respuesta a la pregunta que nos hicimos en el párrafo anterior.
Decimos esto pues estamos convencidos, por un lado, que lo ocurrido, tanto en Mendoza como en Bariloche, podría repetirse; y por otro que si bien cada hecho antisemita es grave, que sus ejecutores sean alumnos de escuelas secundarias potencia esa gravedad.
Descontamos que tanto la DAIA, y sus filiales del interior, están capacitadas para reaccionar ante cada hecho antisemita que se produce en el país, pues lo vienen haciendo. Pero a la vez creemos que ante la continua difusión, a nivel mundial, de mensajes antisemitas en las redes sociales, sus directivos y funcionarios deben contar no sólo con la información necesaria para llevar a cabo esa tarea, reaccionar inmediatamente, sino también con aquella que le permita actuar preventivamente, además de las capacitaciones que la DAIA viene brindando tanto en Buenos Aires como en el interior del país.
Conocedores de la situación comunitaria, somos conscientes que lo que estamos planteando implica sumarle tareas a la DAIA, y a sus filiales, por lo que es necesario que todos los integrantes de la comunidad (personas e instituciones) colaboren efectivamente con ellas para que las puedan concretar, y entonces tendríamos la respuesta a ¿cuál es la causa? Si esto no ocurre, seguiríamos haciéndonos la pregunta.