Carteles con cruces esvásticas fueron colocados cuatro días seguidos en un patio de juegos infantiles situado al lado de un asilo de ancianos judíos -muchos de ellos, sobrevivientes de la Shoá- de Stamford Hill, un barrio de Londres, Gran Bretaña, con una importante población ortodoxa. La filial local de Shomrim, el grupo de voluntarios de seguridad judíos, informó desde el primer día a la Policía, que intensificó su presencia en el barrio e investiga el hecho. Los agravios han provocado “una sensación de ansiedad y miedo entre los padres del lugar”, declaró uno de ellos, Shulem Stern, a The Jewish Chronicle. Para Marie van der Zyl, vicepresidenta del Consejo de Diputados Judíos Británicos, “el embadurnar con símbolos nazis un lugar donde niños judíos estudian y juegan es un acto de racismo destinado a sembrar el miedo y la alarma”.
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