Con la salida de las estrellas, ayer, el mundo judío comenzó a celebrae Lag Baomer, una fiesta polifacética que continúa hoy y remite a tres acontecimientos ocurridos en el siglo II: recuerda una muerte, el cese de muchas otras y una rebelión que terminó en trágica derrota. La principal figura de esta festividad es rabí Akiba, quien está vinculado con esos tres hechos. Akiba era un hombre pobre e ignorante que recién a los 40 años comenzó a estudiar Torá y, gracias a su capacidad, esfuerzo y perseverancia, se convirtió en uno de los más grandes sabios y maestros de la historia del pueblo judío. Ya consagrado y reconocido, el rabino encabezó una academia de estudios de la Torá que llegó a contar con más de 24.000 alumnos en toda Éretz (Tierra de) Israel. Rabí Akiba centraba su enseñanza en el famoso concepto de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, el cual inculcaba a sus discípulos.
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