Recién ahora, 70 años después de terminada la 2ª. Guerra Mundial con la matanza de 50 millones de hombres, mujeres y niños, entre ellos 6 millones de judíos, estoy comenzando a comprender la naturaleza perversa de las legiones de seres humanos, no solo la de los asesinos del mal absoluto sino también la de aquellos, dirigentes y ciudadanos, que se mantienen indiferentes y apáticos ante las tragedias que se están desarrollando delante de nuestros ojos. Casi 400.000 muertos en Siria e Irak (según el Observatorio sirio con sede en Londres), centenares de miles de heridos y a punto de morir por inanición y 10 millones de desplazados y refugiados, internos y externos, todo ello sucediendo desde hace 5 años, no ha encontrado todavía un eco de racionalidad, solidaridad y vergüenza entre las grandes potencias y en las Naciones Unidas para la solución de este drama humano. Ver Nota Completa en: http://www.daia.org.ar/2013/noticia.php?id=10190#.VuMHFkDvREV
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