PRENSA

The New York Times destacó las medidas del Gobierno para ‎esclarecer el atentado a la AMIA-DAIA

El peor atentado terrorista que sufrió la Argentina en su historia acaparó la atención del ‎The New York Times, que en su edición del 31 de enero destacó las medidas adoptadas ‎por el gobierno de Mauricio Macri para darle impulso a una investigación que comenzó ‎hace más de dos décadas.
‎»La investigación sobre el atentado suicida contra una mutual judía que en 1994 mató a 85 ‎personas, ha enfrentado contratiempos y controversias, lo que causó una fisura insalvable ‎entre Argentina e Irán. Un ex presidente ha sido llevado a juicio, acusado de orquestar un ‎encubrimiento. Y un fiscal involucrado en el caso murió el año pasado en circunstancias ‎turbias», describió la publicación en alusión a Carlos Menem y Alberto Nisman.
Entre las medidas destacadas, The New York Times hizo hincapié en la designación del ‎radical Mario Cimadevilla al frente de la Unidad Especial de Investigación y el compromiso ‎del Poder Ejecutivo de impulsar una nueva ley que permita juzgar a los acusados en ‎rebeldía. Ése proyecto podría debatirse recién después del 1° de marzo, cuando ‎comiencen las sesiones ordinarias del Congreso.
‎»La pregunta es si esos esfuerzos, que se enfrentan con considerables obstáculos legales ‎y la oposición política, se traducirán en resultados duraderos en un caso que el año ‎pasado le costó al país 3,5 millones de dólares, se cobró una vida y se tragó a muchos ‎otros que se acercaron», analizó.
La causa judicial que lideró el fiscal fallecido Nisman apuntó contra un grupo de iraníes ‎que nunca se presentó a dar explicaciones ante la justicia argentina. El gobierno de ‎Cristina Kirchner intentó con el memorándum con Irán buscar una salida que permitiera ‎interrogar a los sospechosos, pero el tratado fue declarado inconstitucional.
Ahora, el proyecto para juzgar a los acusados en rebeldía, se enfrenta a dos obstáculos: ‎uno es de carácter político. Cambiemos está obligado a negociar con otros bloques del ‎Congreso para poder sancionar leyes. El segundo es legal: hay especialistas que creen ‎que una norma con ese espíritu podría ser declarada inválida por los tribunales argentinos.‎