PRENSA

Nuevas brisas para la comunidad judía en Argentina. Por Victor Zajdenberg

Resultó bastante novedoso que, en la República Argentina y por elecciones inobjetablemente democráticas hayan cambiado, casi en la misma época, las autoridades del Gobierno Nacional y los dirigentes de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas).
Pero más trascendental ha sido el giro de 180 º en las relaciones entre el nuevo equipo presidencial de la Nación Argentina y los integrantes del nuevo Consejo Directivo de la DAIA, quien representa a las Instituciones y Comunidades judías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y de cada una de las Provincias del Interior Federal.
El Ing. Mauricio Macri, Presidente de la República; el Ministro de Justicia Dr. Germán Garavano; y la Dra. Susana Malcorra, a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores, no esperaron siquiera el pedido formal de la Comunidad Judía para proceder a dar la baja inmediata y definitiva del cuestionadísimo Memorándum, firmado con la República Islámica de Irán, al desistir de la apelación del gobierno anterior al fallo de inconstitucionalidad confirmada por la Cámara de Apelaciones.
Esta actitud del nuevo Gobierno Nacional confirma que el único camino a seguir para juzgar a los culpables de la voladura del edificio de la AMIA y del asesinato de 85 personas es aquel que establece la Justicia de nuestro país y el pleno funcionamiento del Poder Judicial argentino.
El paso siguiente en el nuevo cronograma establecido por el Gobierno argentino, en relación a este doloroso tema, fue la orden de mantener las alertas rojas de Interpol.
No cabe duda alguna que el único objetivo que perseguía el gobierno teocrático de Irán al firmar el Memorándum, que además nunca fue ratificado por ellos, era el levantamiento de las alertas rojas emitidas por Interpol contra los perpetradores del sangriento atentado.
La tercera disposición fundamental adoptada fue la conformación de la nueva Secretaría de Investigación del Atentado a la AMIA que también tendrá facultades para indagar en la Causa de la muerte del Fiscal Alberto Nisman quien, hallándose al frente de la UFI-AMIA, estaba por presentar al Congreso Nacional una dura denuncia de encubrimiento contra funcionarios y allegados al gobierno anterior, situación que ha sido frustrada por la siniestra muerte del Fiscal horas antes de su presentación y por el apresurado dictamen del Juez Federal Dr. Daniel Rafecas, a pesar de las medidas de prueba solicitadas por el Fiscal Pollicita.
Sería muy importante reactivar la frustrada presentación del Fiscal Nisman pues de allí podrían surgir nuevos y vitales elementos para la causa principal del Atentado a la AMIA con las innumerables escuchas que involucran además a funcionarios iraníes.
El cuarto tema que está todavía en estudio es la propuesta de realizar un “juicio por ausencia” a los iraníes involucrados en el ataque a la AMIA pues, a mas de 21 años del luctuoso suceso, está clara la falta de voluntad del gobierno de Irán de entregar a los acusados, envalentonado ahora por los acuerdos nucleares de los 5(+)1 (Consejo de Seguridad de la ONU mas Alemania) quienes, desgraciadamente, le han obsequiado a este Estado terrorista, dicho por el mismo Secretario de Estado de los EE.UU John Kerry (Aurora, 23/1/16), una pátina de impunidad y respetabilidad universal.
Existe un proyecto de “juicio en ausencia” presentado por la Sra. Laura Alonso, actualmente Directora de la Oficina Anticorrupción, y el Gobierno argentino ha manifestado en las reuniones mantenidas con los directivos de la DAIA su vocación de impulsarlo y acompañarlo con el fin de poder implementarlo.
También la DAIA y la AMIA han presentado al respecto un proyecto de ley, en conocimiento de la existencia de este tipo de juicio en otros países, lo que permitiría juzgar en ausencia a los prófugos de la Justicia Argentina.
Un ejemplo de una próxima aplicación del “juicio en ausencia” es posible que lo veamos en los Juzgados del Vaticano con los culpables del robo de información financiera secreta (Vatileaks), publicada en dos libros, por el cual solo hay un detenido (el cura auditor designado por el propio Papa Francisco) de los cuatro involucrados.
Los dos escritores y la colaboradora del único detenido serían enjuiciados por este sistema de “juicio en ausencia”, si es que no se presentaran a las reclamaciones del Juzgado Vaticano.