En medio de fuertes medidas de seguridad, el Papa Francisco visitó la principal sinagoga de Roma, en su primer peregrinaje a un templo judío durante su papado. En ese encuentro de ayer el jefe de la Iglesia católica denunció toda violencia “cometida en nombre de Dios”. Durante su mensaje, Francisco rechazó todo tipo de antisemitismo y exhortó a ejercer “vigilancia máxima” para evitar un nuevo Holocausto. También el Pontífice se unió a la ovación de pie que los asistentes dieron a sobrevivientes de campos de concentración. Ante unos 1.500 invitados, entre ellos líderes y representantes de la comunidad judía italiana, Francisco mencionó sus visitas a la sinagoga de Buenos Aires y “los lazos espirituales” que se han desarrollado en el último medio siglo con los “hermanos y hermanas mayores”, un término inventado por el papa Juan Pablo II. El Papa también provocó otra ovación cuando él mismo hizo una pausa en su discurso para señalar a los sobrevivientes que estaban sentados en la primera fila.
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