En la vereda opuesta a la cordialidad de Alemania, en Hungría hubo nuevas e impactantes muestras de hostilidad hacia los migrantes. Una periodista de ese país fue despedida luego de ser filmada cuando pateaba a un hombre y dos chicos refugiados que huían de la policía y un obispo rechazó el llamado del Papa de recibir a refugiados en parroquias de Europa. Las imágenes de la periodista Petra László dando puntapiés a un chico y a una nena y haciendo caer a un hombre con un niño en brazos fueron demasiado, incluso, para el canal N1 TV -cercano al ultranacionalista Movimiento por una Hungría Mejor (Jobbik)-, donde trabajó hasta ayer, según informó su editor en jefe por Facebook.
PRENSA
