El jefe del Pentágono, Ashton Carter, denunció ayer ante el Congreso estadounidense «la actividad nefasta» de Irán en Medio Oriente, en lo que parece un intento por apaciguar a los legisladores contrarios al acuerdo nuclear que preocupa a Israel y a los países del Golfo. Carter habló ante la Comisión de Defensa del Senado, presidida por el senador John McCain, junto al secretario de Estado, John Kerry, y los secretarios de Energía y del Tesoro, Ernest Moniz y Jack Lew, además del jefe de Estado Mayor de Ejército, el general Martin Dempsey. «Seguimos (…) junto a nuestros amigos (…) y nos oponemos a la actividad nefasta de Irán», afirmó Carter, como ya lo había dicho hace una semana en Israel y Arabia Saudita. «Mantenemos una posición militar fuerte para impedir cualquier agresión, reforzar la seguridad de nuestros amigos y aliados en la región, sobre todo Israel, para garantizar la libertad de navegación en el Golfo y vigilar la influencia nefasta de Irán», argumentó el jefe del Pentágono, al denunciar el apoyo militar de Teherán al régimen sirio o al Hezbolá chiíta libanés, entre otros.
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