PRENSA

Las embajadas expresan su preocupación ante la comunidad judía local

Profunda preocupación, seguimiento constante de los hechos, colaboración directa u observación discreta y en silencio. Entre todas estas variables se mueve hoy la diplomacia internacional apostada en Buenos Aires que sigue de cerca el caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman y su denuncia de encubrimiento a Irán por el atentado a la AMIA-DAIA que involucró directamente a la presidenta Cristina Kirchner. La vía elegida por embajadores o diplomáticos extranjeros en la mayor parte de los casos es la misma: nadie habla con el Gobierno para evitar interferir en asuntos internos del país, aunque prefieren canalizar los mensajes por medio de las autoridades de la comunidad judía local representadas en la DAIA y la AMIA. En otros casos, hubo mensajes de condolencias a la familia de Nisman o señales de preocupación girados hacia algunos referentes de la oposición. El titular de la DAIA, Julio Schlosser, recibió en los últimos días a diplomáticos de Estados Unidos, Irlanda, Canadá, Brasil, Francia, Israel y Alemania, entre otros. Según se pudo saber, en todos los casos expresaron muestras de fuerte preocupación por los hechos desatados y extendieron colaboración. «Se han comunicado con nosotros desde todo el arco diplomático internacional para manifestar la fuerte preocupación por los hechos de gravedad que están sucediendo en la Argentina», dijo Waldo Wolff, vicepresidente 1º de la DAIA.