“El Holocausto no se creó en el vacío, no emergió de la nada. Fue posible por siglos de ceguera, estupidez, mentiras y odio. Fue precedido por señales que no alertaron la conciencia de la gente. No parecían monstruos; tenían nuestros rostros”. Primo Levy. Cuando los ejércitos alemanes invadieron la Unión Soviética en 1941 pudieron avanzar, casi sin contratiempos, hasta llegar a sitiar las tres ciudades más importantes de Rusia: Leningrado, Moscú y Stalingrado. Atrás habían quedado Polonia, los Países Bálticos y regiones completas de Europa bajo el dominio total de los nazis y sus cómplices europeos locales. Se conoce bastante sobre el trato criminal que los judíos obtuvieron de los ejércitos alemanes y las poblaciones autóctonas como la de los polacos, ucranianos, letones, etc. invadidas por aquellos, lo que provocó el asesinato en campos de concentración y de exterminio de seis millones de judíos, entre ellos un millón de niños. Ver Nota Completa en: http://www.pluraljai.com.ar/ruta-norte-holocausto
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