PRENSA

A propósito del Sínodo. Por Daniel Goldman

Bien decía Sigmund Freud que nuestra cultura se edifica sobre el manto de la sofocación de las pulsiones, o mejor dicho en la coerción de los instintos. Y en esto, desde lo antropológico, la religión, como uno de los modos constitutivos de cimentación social y colectiva, deja su marca y su huella indeleble. Desde ahí, los mitos, que están asociados a toda religión, construyen un mundo invisible que dan sentido a experiencias visibles. Los mitos nos hablan desde las capas más primitivas de nuestro ser y determinan nuestro sistema de valores.Ver Nota Completa en: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-257588-2014-10-16.html