La Policía de Jerusalem reforzó con más de 500 efectivos y una patrulla antidisturbios de élite las zonas de riesgo del sector oriental de la capital israelí, al tiempo que un informe reveló ayer, lunes, que la violencia de árabes contra judíos en esa área casi se duplicó en julio respecto del mismo mes del año pasado. Según el estudio, difundido por esa fuerza y el Ministerio de Vivienda, en ese período se registraron más de 360 ataques, sobre todo en la última noche del Ramadán, durante la cual hubo más de 70. La mayoría de las agresiones -generalmente se trata de adolescentes y jóvenes enmascarados que lanzaron poderosa pirotecnia, piedras y bombas molotov contra casas y autos de judíos- no generó lesiones graves, pero días atrás un terrorista mató a un peatón desde una excavadora en el barrio Shmuel Hanavi y otro hirió en el estómago a un soldado en una parada de colectivo en las inmediaciones de la Colina Francesa.
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