PRENSA

Cuando la homofobia termina en muerte

Los casos de asesinatos a miembros de la comunidad lésbica, gay, bisexual, travesti, transexual e intersexual (Lgbti) documentados por los medios de comunicación durante 2013 fueron cinco. Así lo indicó el Informe Anual sobre Casos de Discriminación por Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género elaborado por la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), que fue presentado ayer en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. El trabajo detalla que las víctimas, una menos que el año anterior, fueron tres gays y dos travestis. En todos los casos, el denominador común es el ensañamiento que sufrieron. “De las miles de acciones que hacemos, la más dolorosa es este informe porque implica contar las muertes de nuestra comunidad”, aseguró César Cigliutti, presidente de la organización.

“Es la manera que encontramos de honrar la vida de cada una de estas personas, pero además es una herramienta de denuncia y de reclamo al Estado”, sostuvo en el Salón Emilio Mignone del edificio ubicado en 25 de Mayo 544. También formaron parte de la presentación Pedro Paradiso Sottile, secretario y coordinador del Area Jurídica de la CHA; Pedro Mouratian, interventor del Inadi, y Carlos Pisoni, subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la Nación.

El primer informe donde se registraron las víctimas de “crímenes de odio” por su orientación sexual y de género que tuvieron trascendencia en los medios fue realizado en 1993 por iniciativa de Carlos Jáuregui, primer presidente de la institución. “Se redactó en plena democracia, en una época sin ninguna conquista. Había una violencia institucional muy grande. También las campañas de los medios de comunicación tenían esta perspectiva. Estamos en otro tiempo totalmente diferente, más allá de que haya mucha violencia”, señaló Cigliutti.

El documento de este año, que puede consultarse en la página web de la CHA, reconoce que los casos en 2013 se redujeron un 17 por ciento en relación con el año anterior. El presidente del organismo explicó que “cuando nos preguntan por qué hablamos de crímenes de odio, nosotros decimos que vean los cadáveres: aparecemos ahorcados, degollados, boca abajo con los pantalones bajos. Por lo general, somos víctimas de personas que buscan placer sexual y que terminan asesinando brutalmente”.

Las víctimas documentadas por los medios fueron Guillermo Eduardo Arce, un modisto de 52 años; Gustavo Adolfo Navarrete Aguila, un ejecutivo colombiano de 29; Norberto Nicolás Adamo, un empresario de 61; Laura Aguilar, de 32 y la primera persona transexual en recibir su DNI con cambio de género en la provincia de Tierra del Fuego, y una travesti de 30, cuya identidad nunca fue dada a conocer.

Para Cigliutti, estos crímenes “son producto de la discriminación, que va desde el chiste hasta los asesinatos. No ayuda que el monseñor de La Plata nos llame ‘abominaciones amparadas por la ley’, tampoco la postura del Vaticano, que tiene repercusión mundial, cuando nos dice ‘desviación de la naturaleza’”.

“Para nosotros la presentación es una deuda de la democracia con un sector de la población. Los actos de violencia y discriminación a la comunidad Lgbti todavía existen. Hay que luchar contra la homofobia, lesbofobia y la transfobia. Estas vulneraciones a los derechos las sufrimos como propias”, indicó Pisoni.

El titular del Inadi dijo que “el informe es un dato más de una lucha larga. Estos crímenes de odio que todavía están presentes por suerte están bajando porque vamos por el camino de plasmar la legislación y las políticas públicas en la vida de las personas. Esperamos que en el futuro el informe pueda decir que no existen más”.

Por su parte, Sottile remarcó la importancia de que el Congreso Nacional reforme la Ley Nacional Antidiscriminatoria “para que se incluyan como causales de discriminación la orientación sexual, la identidad de género y todas sus expresiones”. “Queremos mostrar el lado más terrible de la discriminación, es una forma de lucha pero también de homenaje y memoria”, agregó el secretario de la CHA.