PRENSA

Enérgica condena del Papa al atentado en Bélgica

A su llegada a Israel, procedente de la ciudad palestina de Belén, el papa Francisco hizo ayer una condena enérgica del antisemitismo tras el ataque que costó la vida a cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas, en un discurso pronunciado ante el presidente Simón Peres y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que le recibieron en la pista de aterrizaje. Francisco, que había llegado a Tel Aviv en un helicóptero jordano, se mostró «profundamente dolorido» por la pérdida de vidas en un ataque que calificó de «crimen de odio antisemita». El Santo Padre también mencionó su visita al Museo del Holocausto, que hará hoy, como uno de los momentos más «intensos» de este peregrinaje y dijo que ese oscuro episodio de la historia es el «símbolo de hasta dónde puede llegar la maldad del hombre cuando, alimentada por falsas ideológías, se olvida de la dignidad fundamental de la persona». «Rezo a Dios para que un crimen así no ocurra nunca más», añadió.