Después de meses de preparación con bajo perfil, se conoce ahora la gira de buena voluntad por Medio Oriente que iniciarán dentro de unos días 40 referentes de las comunidades musulmana, judía y católica argentinas. Los argentinos, que mantienen un diálogo interreligioso en diferentes marcos y que se intensificó a partir de los atentados contra la embajada israelí y la AMIA, tendrán encuentros de alto nivel en su viaje. En Jordania con el rey Abdalla; en los territorios palestinos con el presidente Mahmud Abbas; y en Israel con el presidente Shimon Peres. Después, la gira continuará en el Vaticano, donde recibirán el espaldarazo por parte del papa Francisco.
“No queremos importar el conflicto de Medio Oriente a la Argentina, sino exportar la idea de que la convivencia es posible”, dijo Claudio Epelman, el director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano. El viaje, afirman sus organizadores, es una iniciativa interreligiosa independiente de ciudadanos argentinos, con el objetivo común de llevar un mensaje de convivencia que se da en la práctica en Argentina y sería deseable que se diera en el lugar que fue origen de las tres religiones.
Si hay algo que comparten judíos, musulmanes y católicos es la experiencia de trabajo interreligioso con el entonces arzobispo de Buenos Aires, el papa Francisco. Según señalan los participantes que emprenderán la gira de 9 días, el objetivo es llevar un mensaje de optimismo a Medio Oriente, una zona cuya continua efervescencia amenazó con complicar las relaciones entre las tres comunidades. “Lo que ocurre en Medio Oriente nos afecta y nos influye, y queremos también nosotros influir, mostrando en la práctica que la convivencia es posible y la Argentina es una prueba viva de ello”, dijo uno de los organizadores.
Omar Helal Massud, ex presidente del Centro Islámico Argentino, se muestra entusiasmado por la posibilidad de “aportar aunque sea un grano de arena mostrando la convivencia interreligiosa en la Argentina”. Massud recuerda a su propio abuelo sentado cada mañana y cada tarde con el viejo Hamam, un judío originario de Siria, con el que compartían horas y horas en la puerta de sus casas en el barrio del Once. “Así fue y así puede ser, aquí en la Argentina, y allí en Israel y Palestina”.
Los participantes resolvieron que cada uno paga sus gastos, debido a que no cuentan con apoyo de ningún gobierno u organización. En la delegación estarán el ex canciller Adalberto Rodríguez Giavarini; Julio Schlosser, presidente de la DAIA; y Omar Abboud, ex secretario del Centro Islámico Argentino. Uno de los decanos del diálogo interreligioso y que naturalmente forma parte de la comitiva es el sacerdote Guillermo Marcó, quien durante años fue vocero de Jorge Bergoglio. “Recuerdo cuando empezamos el diálogo junto al rabino Dani Goldman y a Omar Abud del Centro Islámico. Fui quien organizó la visita del cardenal al Centro Islámico y tuve el honor de participar en esa visita y también la que se hizo a la DAIA”. Agrega que “este viaje es sólo una continuación de un diálogo no teológico sino en búsqueda de objetivos en común y de materializarlos en conjunto. En este caso, nuestro viaje es como un anticipo del que hará el Papa, que visitará en mayo los mismos lugares y se entrevistará con las mismas personalidades. Queremos llevar el mensaje que expresa que lo que es tan difícil de lograr en otras latitudes, para nosotros es posible: yo no viajo sólo con referentes interreligiosos, sino viajo con algunos buenos amigos”.