PRENSA

Timerman, sincero: Irán no cumple

En La Habana, cuando los cronistas argentinos lo consultaron sobre la cumbre presidencial que se desarrolló allí, ‎el canciller Héctor Timerman se atajó diciendo que él hablaba con “diplomáticos, no con periodistas”. Al volver a ‎Buenos Aires, parece que encontró diplomáticos entre los periodistas de un diario que suele ref lejar su punto ‎de vista. Y se explayó en un reportaje en Página/12 en el que reconoció que el acuerdo con Irán estaba ‎estancado. La publicación prefirió titular con otros temas, sin destacar la descripción que hizo Timerman del ‎tratado con Teherán, de cuya firma se cumple un año.‎
Hace nueve días, el mismo diario le hizo a Axel Kicillof un extenso reportaje en el que el ministro desmintió a ‎Capitanich, el jefe de Gabinete, sobre la reducción del porcentaje que se cobraba por las compras en el ‎exterior. Entonces se usó el mismo criterio que el que se utilizó con Timerman: se eligió para el título principal ‎otro tema, poniendo sordina a la controversia.‎
Son criterios editoriales sobre los que se puede coincidir o no. De lo que aquí se trata es de los comentarios de ‎Timerman al acuerdo con Irán y su relativismo, como si la Convención de Viena fuera algo escrito en el agua.‎
‎“Los acuerdos internacionales suelen tardar años y a veces no se cumplen”, dijo, admitiendo que no han habido ‎progresos en el acuerdo firmado para avanzar en la investigación del atentado a la AMIA en julio de 1994. El ‎memorándum con Irán en el Congreso ha despertado una fuerte resistencia en la comunidad judía argentina.‎
Clarín tituló ayer con la falta de progreso en el acuerdo con Irán, tal como la había descripto el ministro de ‎Relaciones Exteriores. Timerman declaró en respuesta que este diario tenía una actitud “destituyente”.‎
El manoseado recurso de descalificar al periodismo para ocultar los propios errores tiene cada vez menos ‎efecto: ya ni alcanza para disimular lo que es tan evidente respecto de la controvertida iniciativa de pactar con el ‎régimen iraní.‎
Un año es un plazo suficiente para un balance del cumplimiento del acuerdo.‎
Esa tarea la hizo uno de los padres de la criatura al reconocer que Irán sigue sin mostrar interés en cumplir los ‎pasos convenidos en el memorandum.‎

La conclusión del propio Timerman ha sido utilizada por las organizaciones de la comunidad judía y por dirigentes ‎de la oposición para insistir en el planteo que se debe derogar el convenio, sobre el que la otra parte ha ‎mostrado un levísimo interés.‎
Timerman se enoja con los críticos al acuerdo preguntando con ironía si lo que buscan es justicia o solo quieren ‎dañar al Gobierno.‎
Además de su enojo y de sus descalificaciones a cualquiera que no piense como él, no puede agregar mucho ‎más.‎
Cautela en Israel
‎“No hay que sorprenderse del juego iraní frente a la Argentina por el memorando sobre el atentado a ‎la AMIA”, declaró ayer una alta fuente israelí ante la consulta de Clarín. Y agregó que ”Irán tiene una ‎larga historia de fraude y engaño, especialmente en el tema nuclear”. La declaración de esa fuente ‎que conoce de cerca los esfuerzos realizados por Jerusalén para convencer a Argentina de rescindir ‎el acuerdo contrasta con el silencio de la Cancillería de Israel sobre las últimas declaraciones de ‎Héctor Timerman.