PRENSA

La AMIA y la DAIA piden derogar el pacto con Irán

Elogiaron a Timerman por admitir la falta de colaboración de Teherán.‎

Las dos principales organizaciones de la comunidad judía, la AMIA y la DAIA, coincidieron ayer en reclamar la ‎derogación parlamentaria del memorándum de entendimiento con Irán, acuerdo que el Gobierno firmó en ‎enero de 2013 y que, supuestamente, iba a favorecer la búsqueda de la verdad sobre el atentado a la mutual ‎ocurrido en 1994, que dejó un saldo de 85 muertos y 300 heridos.‎

Ayer, el canciller Timerman admitió que el gobierno de Irán no se mostró dispuesto a avanzar con el ‎memorándum firmado hace un año con la Argentina para investigar la causa por el atentado a la AMIA, pero ‎advirtió que el entendimiento «es un paso adelante». A lo largo de un reportaje concedido a Página/12, ‎destacó: «Es como si alguien tiene una deuda conmigo: no es lo mismo si yo tengo algo firmado, un pagaré, que ‎si no tengo nada firmado. El memorándum es un paso adelante», expresó. Inmediatamente aclaró que «el ‎tiempo [para avanzar] es algo difícil de evaluar cuando se habla en términos de negociaciones internacionales».‎

Ante estas expresiones del canciller, las entidades judías elevaron un pedido para invalidar el acuerdo, a pesar ‎de que ya habían intentado realizar una nulidad por la vía judicial. Hasta ahora no obtuvieron éxito alguno.‎
‎»Vamos a trabajar con todos los representantes de la comunidad judía algunas propuestas, como plantear la ‎derogación del memorándum o recurrir a la comunidad internacional», afirmó ayer Julio  Schlosser, ‎presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).‎

Poco después sumó su voz al reclamo el presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky. «A la luz de las ‎declaraciones del canciller, es hora de que el memorándum sea derogado», exigió.‎

Firmado por Timerman en Etiopía el 27 de enero de 2013 y ratificado por el Congreso argentino el 27 de ‎febrero siguiente, el memorándum establecía la conformación de una «comisión de la verdad» que sesionaría ‎en Teherán integrada por cinco juristas de nota, elegidos por ambos países, con facultades para revisar las ‎pruebas de la causa del atentado y tomar declaraciones a los imputados, entre ellos varios iraníes que, al ‎momento de firmarse el acuerdo, ocupaban cargos en el gobierno iraní de Mahmoud Ahmadinejad.‎

El acuerdo mereció el inmediato rechazo de las entidades comunitarias y fue votado en contra por casi todo el ‎arco opositor parlamentario. El principal cuestionamiento apuntaba a la pérdida de soberanía que implicaba ‎permitir la revisión de una causa tramitada en los tribunales argentinos por un órgano creado ad hoc.‎

‎»La misma presidenta de la Nación había advertido en la última Asamblea General de las Naciones Unidas que ‎‎«no hay que confundir paciencia con ingenuidad o estupidez», y a pesar de que lo rechazamos desde un ‎principio, creemos que aun quienes lo propiciaron deberían reconocer, y de hecho lo están haciendo, que los ‎tiempos prudenciales se han agotado», agregó Jmelnitzky.‎
En la misma sintonía ayer se manifestó Schlosser, quien igualmente destacó que nunca puso en tela de juicio ‎las buenas intenciones de Timerman.‎