PRENSA

La DAIA, la AMIA y el Congreso Judío Latinoamericano celebraron Rosh Hashaná

Autoridades del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), la AMIA y la DAIA celebraron, el miércoles por la mañana, Rosh Hashaná, el Año Nuevo Judío 5774, con un mensaje de festejo y hermandad y sin menciones al memorándum de entendimiento con Irán. «La intención de esto es compartir sólo para festejar», dijo el director ejecutivo del CJL, Claudio Epelman, en la sede de esa organización, ubicada en Once, donde según afirmó «se izó por primera vez en la Argentina la bandera del Estado de Israel». De la celebración participaron, además de Epelman, el presidente de la DAIA, Julio Schlosser; el secretario general de la AMIA, Mario Sobol; la embajadora de Israel en la Argentina, Dorit Shavit y los jueces Marcos Grabivker (vicepresidente de la Asociación Internacional de Abogados y Juristas Judíos) y Daniel Rafecas, estudioso de los Derechos Humanos relacionados con el Holocausto y la discriminación. También estuvieron el titular de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), Daniel Reposo; el subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad, Claudio Avruj; y los diputados del PRO, Laura Alonso; del peronismo federal, Natalia Gambaro; del Frente para la Victoria, Benjamín Bromberg; de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y de Proyecto Sur, Fernando «Pino» Solanas. Junto a ellos también estuvieron el senador nacional Samuel Cabanchik (Probafe, ex Coalición Cívica) y los legisladores de la Ciudad Martín Ocampo (PRO), Fernando Sánchez (CC) y Claudio Presman (UCR).»Los que somos judíos argentinos tenemos la suerte de festejar todos los años», dijo Sobol, secretario general de la AMIA, y la embajadora Shavit destacó la reanudación de «las negociaciones con los palestinos» y subrayó: «Va a ser el primer año de paz con los palestinos». Epelman también resaltó un encuentro que mantuvo el lunes en Roma con el papa Francisco, en su carácter de director ejecutivo del CJL, y aseveró que el pontífice los saludó «en hebreo» y les predicó que «un cristiano no puede ser antisemita porque de ser así desconoce su raíz judía».