PRENSA

Cancillería: renunció el funcionario que fue acusado por racismo

Horas después de que La Nación revelara las prácticas racistas y abusivas de un alto funcionario con amplias facultades dentro de la Cancillería, el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció ayer su «renuncia» y la apertura de una investigación y un sumario administrativo para verificar las denuncias acumuladas en su contra. El anuncio de la Cancillería llegó a través de un comunicado oficial de prensa, en el que se informó que el hasta ayer director Hugo Merlo ocupaba un supuesto «cargo temporario», y que el canciller Héctor Timerman se reunirá «una vez más» con los sindicatos para implementar nuevas «medidas». El comunicado de la Cancillería se difundió poco después de que La Nación detallara la polémica conducta de Merlo dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores y la inacción de Timerman ante los reclamos de diplomáticos, funcionarios y delegados gremiales de su cartera durante las últimas semanas. Según reveló este diario, Merlo fomentó las delaciones entre los empleados, impartió órdenes como jefe de ciertas áreas que se encontraban fuera de su órbita y, más grave aún, categorizó por escrito al personal con calificativos, tales como «el viejo», «el cuestionador» o «la judía». Los comentarios racistas y despectivos del alto funcionario constan en un cuaderno de anotaciones personales que olvidó en una oficina de la Cancillería, donde su hallazgo fortuito y difusión desató un escándalo interno. La Nación obtuvo una copia del cuaderno de Merlo. Allí, el ahora ex funcionario anotó incluso las oficinas de la Cancillería que quería «destruir», como la Dirección de Seguridad (DirSeg), junto a un croquis muy simplificado del organigrama de los entonces responsables de esa dependencia. Hoy, todos esos funcionarios ya no están. Fueron, en efecto, desplazados.