Las acusaciones acerca del trasfondo antisemita que subyace al movimiento internacional antiisraelí Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), se vieron confirmadas el miércoles pasado cuando sus activistas gritaron “Dispárenle al judío” durante una manifestación de protesta contra un concierto de jazz del saxofonista israelí Daniel Zamir en la Universidad Wits de Johannesburgo. También corearon “Israel es apartheid” y “Abajo, abajo Israel” y les arrojaron papeles a los asistentes. Lo más insólito, sin embargo, fue la defensa esgrimida por el coordinador de BDS, Muhammed Desai, quien recomendó que la palabra “judío” no sea tomada de manera literal.“Es como cuando decías ‘Maten al Boer’ en un funeral de los ochenta: no pretendías que se mate a gente blanca, lo usabas como una forma de identificación del régimen de apartheid”, justificó en declaraciones a un periódico estudiantil. Sin embargo, la instigación antisemita fue repudiada por el rector de la universidad, Adam Habib, y por la Junta de Representantes Judíos Sudafricanos.“Este incidente demuestra sin lugar a dudas que la agenda real del BDS-SA no busca defender la causa palestina, sino incitar al odio, y quizás incluso a la violencia, contra los judíos sudafricanos”, aseguró la presidenta de la comunidad local, Mary Kluk, en un comunicado.
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