Al igual que hizo su compañero Kevin-Prince Boateng en enero, el futbolista Kevin Constant, del AC Milan, abandonó el campo en mitad de un partido a causa de gritos racistas de los fans. En esta ocasión, sin embargo, el árbitro no interrumpió el partido amistoso entre el Milan y el ascendido Sassuolo disputado en la noche del martes en el Trofeo Tim. En lugar de eso, dejó que el jugador dejara el campo de juego y fuera sustituido por su compañero, Mario Piccinocchi. Constant, de 26 años, nació en Francia y es de ascendencia guineana. Su reacción recordó a la del ghanés Boateng, que en un amistoso en Busto Arsizio abandonó el campo harto de escuchar cantos racistas. Sus compañeros le siguieron y el partido fue suspendido.
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