PRENSA

Reunión en la DAIA: «Kipot con canutillos y canutillos»

El viernes 28 de junio la Secretaria de Derechos Individuales y Colectivos de DAIA, a cargo de la Dra. Mirta Goldstein, organizó una charla con dos rabinas para conocer las motivaciones por la cuales eligieron esa profesión y rol comunitario. De este modo otra vez la DAIA abrió sus puertas para recibir y luchar contra todo tipo de discriminación.

Abrió la reunión la rabina Margit Baumatz de nacionalidad alemana, que llegó al país a la edad de un año escapando sus padres del nazismo, la primera rabina Latinoamericana y argentina que recibió su ordenación en 1994 en el Seminario Rabínico Latinoamericano. Lucía una kipá muy femenina blanca y rosa con brillos.

En su relato contó sobre su proceso interior al tomar contacto con la educación y religión judía junto a su esposo y a sus hijas y su interés, estudio, dedicación y descubrimiento sobre su vocación de llegar a ser lo que logró ser. Sus años de formación la fueron fortaleciendo para enfrentar a sus compañeros y maestros por su decisión y elección y a una colectividad que no estaba acostumbrada a aceptar a una mujer en ese rol.

Margit Baumatz fue la que abrió un camino por el que hoy transitan 10 mujeres rabinas en nuestro país y 400 dentro de un total de 1600 rabinos en el mundo, siendo así el 25 % del alumnado recibidos en universidades y seminarios conservadores habiendo también en la actualidad mujeres ortodoxas rabinas recibidas en la Ieshiva Maharat de Estados Unidos, como parte del cambio que se produjo con la ordenación de Regina Jonas, la primera del siglo XX, el 27 de diciembre de 1935 en Berlín. Fue asesinada en el campo de concentración de Auschwitz al que fue deportada en 1944. En el presente Margit se dedica a investigaciones sobre la participación cronológica de la mujer judía en los templos y otras investigaciones relacionadas con la mujer judía en la conducción religiosa..

La rabina Sarina Vitas representando la continuidad de Margit Baumatz y otras, relató su pasión por la vida comunitaria desde jovencita y al igual que Margit sintió la necesidad de estudiar y ser transmisora de las enseñazas bíblicas como lo fueron las antiguas mujeres de nuestra historia. Ella fue la primera mujer en Latinoamericana que ejerció el Rabinato sin un colega hombre a la par; y dicha actividad se desarrolló en la comunidad de Paraná y colaboró también con pequeñas comunidades entrerrianas. Desde su lugar ejerció su función con una actitud típica femenina de contención y una comunicación abierta y permanente con sus fieles estando presente en todos los momentos importantes de la vida personal y societaria. Al presentarse como rabina ante las autoridades eclesiásticas y cuando era invitada a participar en actos y visitas protocolares su investidura era su kipá de canutillos. En el presente es la Directora Comunitaria de la Escuela Profesor Jaim Weizman- Comunidad Hebrea Or Jadash.

Ambas mujeres casadas tuvieron el apoyo de sus cónyuges tanto en los años de aprendizaje como cuando fueron a Israel antes de graduarse. Los esposos y los hijos supieron de respeto hacia sus tiempos y comparten hoy la vida con rabinas que entendieron que las mujeres tienen el mismo derecho a ejercer los ritos que los hombres, pues no están escritas prohibiciones a sus prácticas.

En el transcurso de la mañana ambas contestaron preguntas y quedó aclarado que la interpretación de las reglas religiosas depende de quién las lee y del contexto histórico en las que fueron impuestas relegando a las mujeres a segundos planos, entendiendo que la maternidad y el hogar era y es otro lugar y el de la conducción religiosa sólo de los hombres en aquellos tiempos.

Tanto Margit como Sarina así como también lo explica en su libro la escritora Silvia Plager “La “Rabina”, el autodescubrimiento de las mujeres en la integridad en el conocimiento y ejercicio del judaísmo como realización personal les dio una dimensión de igualdad y libertad. En los Templos conservadores y reformistas las rabinas usan kipot, talitim, suben a leer la Torá y son respetadas y escuchadas por su capacidad y no por cuestión de género.

Gracias a un estudio que presentó la Rabina Baumatz se conoció la lista de mujeres que desde sus púlpitos son las líderes de sus comunidades en el mundo con todos los derechos y obligaciones que tienen los rabinos.