Las nuevas autoridades de la AMIA dejaron un claro mensaje en su encuentro con Cristina Kirchner, del jueves a la noche. Un encuentro sobre el que hay dos versiones, pero sobre el que la nueva AMIA no quiere hablar. Porque para los nuevos dirigentes es hora de iniciar un acercamiento tras la fría distancia que mantuvieron, primero por cuestiones de política nacional y luego por el acuerdo entre la Argentina e Irán en torno precisamente a la causa judicial por el ataque terrorista a la mutual de 1994, y que fue duramente rechazado por la DAIA y AMIA. De la reunión saldría pronto otra señal. El vicepresidente Amado Boudou estará el lunes en el acto de asunción de la nueva Comisión Directiva de AMIA, presidida ahora por Leonardo Jmelnitzky. Así lo informó ayer la Agencia Judía de Noticias, en la que también se consignó la presencia de Dorit Shavit, embajadora de Israel, país con el que también se tensaron las relaciones por el acuerdo con Irán. Anoche, sectores de la colectividad manifestaron su abierto rechazo a lo ocurrido en las últimas horas. Aún bajo el Shabbat, día del descanso judío, criticaron que el Gobierno nacional envíe como representante a un vice, salpicado a nivel nacional e internacional por sospechas de corrupción. Pero sobre la reunión con Cristina pedida por la AMIA, unas fuentes señalaron que la nueva dirigencia ni mencionó el acuerdo con Irán, mientras que otras fuentes señalaron que lo hicieron tímidamente pero que ello desató la furia de Cristina, que se habría manifestado fuertemente contra el dictamen recientemente presentado por el Fiscal de la Causa AMIA-DAIA, Alberto Nisman, quien acusa a Irán de ser autor del atentado y de montar una «red terrorista» en Latinoamérica.
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