La DAIA y la AMIA se unieron para recolectar ayuda para los afectados por las lluvias mediante una serie de iniciativas que tuvieron gran respuesta. A un mes de las últimas inundaciones en La Plata y Buenos Aires, que afectaron a 350 mil personas y dejaron un saldo de 60 muertos, la solidaridad con los damnificados continúa. Las diferentes entidades de la comunidad judía se sumaron a la hora de asistir a los evacuados, a través de una campaña de recolección de alimentos, ropa y artículos de higiene. “Todos sintieron que tenían que responder solidariamente para aliviar tanta necesidad”, reflexionó Julio Schlosser, presidente de la DAIA y flamante vicepresidente del Congreso Judío Mundial. AMIA y DAIA decidieron enviar la mercadería a los Boy Scouts de la parroquia San Cayetano de Liniers y al depósito de Cáritas en el partido bonaerense de Avellaneda para ser repartida entre los damnificados.“Elegimos estas dos instituciones porque nos merecen absoluta confianza -afirmó Schlosser- y sabíamos que sin lugar a dudas todo iba a llegar a quienes más lo necesitaran”. El trabajo conjunto que AMIA y DAIA realizaron ante las trágicas inundaciones es sólo uno de los proyectos comunes que prevén desarrollar a futuro. En estos días Guillermo Borger, presidente de AMIA, y Julio Schlosser se volvieron a encontrar en el plenario del Congreso Judío Mundial, que se llevó a cabo en la ciudad de Budapest, Hungría, donde se analizaron las principales problemáticas que afronta la comunidad judía en todo el mundo.
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