Una masiva manifestación de movimientos sociales exigió hoy en Brasilia la destitución del diputado Marcos Feliciano, un pastor evangélico que preside la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, acusado de homofobia y racismo, pero que se niega a renunciar a ese cargo como lo reclaman también desde el gobierno. Según cálculos de la policía, en la manifestación participaron unos 20.000 miembros de sindicatos, grupos estudiantiles y colectivos de homosexuales que marcharon hasta la sede del Congreso en Brasilia por diversas causas, pero se fundieron en un solo coro que exigió la renuncia de Feliciano, informó la agencia EFE. El diputado fue elegido el pasado 7 de marzo como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso y desde entonces es objeto de fuertes protestas por sus cuestionadas opiniones sobre la homosexualidad, la raza negra y otros asuntos. Durante la marcha de hoy, cuatro personas burlaron la seguridad y llegaron hasta el décimo quinto piso del Congreso, donde desplegaron una enorme bandera con los colores del arco iris que identifican al movimiento homosexual en medio de la algarabía de los manifestantes. Feliciano generó el rechazo de grupos de derechos humanos por sus posiciones contra la homosexualidad, de la cual sostiene que «incita al odio y al crimen». También asegura, apoyado en sus creencias religiosas, que la raza negra ha sido «maldecida» por Noé y que así «lo dice la Biblia». La titular de la secretaría de Derechos Humanos, María do Rosario Nunes, pidió al Congreso que «encuentre una solución» que conduzca a la renuncia de Feliciano, mientras que el Ministerio de Igualdad Racial consideró «inaceptable» que el pastor ocupe la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos.
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