PRENSA

Senado: pese a las críticas, apuran el acuerdo con Irán

En un debate intenso y con fuertes cruces, el canciller Héctor Timerman defendió ‎ayer en el Senado el Memorándum de Entendimiento con Irán por la investigación ‎del atentado a la AMIA. Aún sin que el funcionario lograra despejar los reparos ‎sobre el acuerdo, y luego de que los opositores y los dirigentes judíos criticaran ‎duramente el proyecto, el kirchnerismo dejó todo listo para votarlo el próximo ‎jueves. Así, en Diputados podría convertirlo en ley el miércoles 27.‎
‎“Será la primera vez que los imputados enfrentarán a la Justicia argentina”, ‎insistió Timerman para defender el acuerdo, aunque agregó que “la indagatoria no ‎es un acto probatorio sino de defensa y podrían negarse a declarar”, como ‎contempla la legislación procesal argentina. “En ningún lugar dice que confiamos ‎en Irán”, aseguró en otra intervención, ante el planteo de que aquel país “no es ‎un interlocutor confiable”. El canciller abrió el plenario de las comisiones de ‎Relaciones Exteriores, Justicia y Asuntos Constitucionales con la lectura de un ‎texto, luego respondió preguntas y se cruzó con algunos senadores opositores. Y ‎permaneció en el salón para escuchar a los titulares de la AMIA y la DAIA y a ‎familiares de las víctimas del atentado, en el que murieron 85 personas. Con ‎aliados, el kirchnerismo alcanzó las firmas para emitir un dictamen de mayoría.‎
‎“Señores, no fantaseen más. No hay cláusulas secretas ni intereses espurios, ‎como repitieron sus medios amigos”, dijo Timerman en otra de sus intervenciones. ‎En el comienzo trazó un recorrido de la causa, citó a Néstor y a Cristina Kirchner, ‎y consideró la propuesta de 2010 de un juicio en un tercer país como la “génesis” ‎del Memorándum. “Es una herramienta política que buscará avanzar en la ‎investigación”, fundamentó. Y en lo que se interpretó como un mensaje dirigido a ‎Israel y Estados Unidos, insistió en que “en Argentina no se usan los secuestros y ‎asesinatos selectivos como en la dictadura y algunos países del mundo”.‎
Ante el cuestionamiento del radical Ernesto Sanz, Timerman replicó: “El canciller ‎iraní una hora después dijo que Irán cumplirá todos los puntos del memorándum. ‎‎¿Usted le cree más a su vocero que al canciller?”. Alí Salehi, ministro de ‎Relaciones Exteriores de Irán, no confirmó que los apuntados por la Justicia ‎argentina –entre ellos Ahmad Vahidi, actual ministro de Defensa– acepten ser ‎interrogados por la Comisión de la Verdad que establece crear el memorándum y ‎por las autoridades judiciales de ambos países. El senador mendocino lo había ‎incomodado al señalar: “Ya no se puede decir que los sospechosos pueden hacer ‎uso del derecho de abstenerse frente a la indagatoria, porque el Gobierno de Irán ‎ha dicho que no los va a sentar para que sean interrogados”.‎
Los opositores también plantearon sus dudas acerca de si se aplicará el derecho ‎procesal argentino, dado que no figura en el texto firmado por los cancilleres de ‎ambos países en Etiopía, el 27 de enero. Los oficialistas Miguel Pichetto y Aníbal ‎Fernández auxiliaron al canciller. “El punto 5 es más que gráfico. Sólo se puede ‎interrogar a aquellos que tienen las notas rojas de Interpol.‎
‎¿Quién lo va a hacer?‎
Un juez argentino”, intervino sobre ese aspecto el ex jefe de Gabinete.‎
Otra controversia giró en torno a un eventual retroceso en la causa, con el riesgo ‎de quedar sin efecto los pedidos de captura. “Se mantendrán los pedidos de ‎detención. De no poder concretarse, nada cambiaría”, alegó Pichetto, que luego ‎se cruzó fuerte con el titular de la AMIA, Guillermo Borger.‎
‎“Antes Irán no cooperaba y ahora lo hace expresamente reconociendo la ‎competencia de los jueces argentinos”, aseguró Timerman, y le replicó el radical ‎Gerardo Morales: “Con este memorándum se ha modificado la posición argentina.‎
El Gobierno se entregó, claudicó. Cedimos jurisdicción, nos pusimos de ‎rodillas”, le dedicó, y remarcó que la Presidenta había dicho que no avanzaría sin ‎el consenso de las entidades, los familiares de las víctimas y las fuerzas políticas ‎de la oposición. Timerman también respondió a la sospecha sobre los intereses ‎comerciales detrás del acuerdo: “Pregúntenle a Cargill, a algún sojero amigo. A la ‎Argentina no le traerá ningún beneficio”. En el comienzo del plenario, los radicales ‎pidieron que el juez Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman participaran ‎del debate, pero Pichetto rechazó la moción.‎