PRENSA

Nuevos jefes para la CIA y el Pentágono

Mientras que Hagel se opuso a la guerra en Irak, Brennan tiene mucha relación ‎con las torturas en el gobierno de Bush padre.‎
Barack Obama estrenó el año de nombramientos para su nuevo equipo con ‎polémica. El presidente anunció ayer la elección de Chuck Hagel como secretario ‎de Defensa y de John Brennan como director de la CIA. Por razones opuestas, ‎ambos serán sometidos a un complicado interrogatorio en el Senado para su ‎confirmación en los cargos.‎
Hagel, de 66 años, fue senador republicano, pero sus compañeros de partido ‎renegaron de él por su oposición solitaria a la guerra de Irak y sus votos en ‎contra de sancionar a Irán o de forzar a la Unión Europea a tratar a Hizbulá como ‎una organización terrorista. Ahora ha sido atacado por varios senadores ‎republicanos. Pero también por grupos de activistas gays, que se quejan de unos ‎comentarios despreciativos que hizo Hagel en 1998 contra el embajador de ‎Luxemburgo por su homosexualidad. Y tampoco gusta a las organizaciones pro-‎israelíes porque en 2006 se quejó del peso que tiene en la política de Estados ‎Unidos “el lobby judío”.‎
Obama defiende la independencia de Hagel y su valor como ex veterano de la ‎guerra de Vietnam. De hecho, sería el primer secretario de Defensa que tiene la ‎experiencia de haberse alistado voluntariamente como soldado de infantería. ‎Ahora su antiguo aliado John McCain, a quien Hagel apoyó en su carrera ‎presidencial, se ha vuelto contra él. El senador republicano Lindsay Graham ‎también dijo este domingo que la elección de Hagel es “una provocación” porque ‎sus políticas están “fuera de la corriente general”. “Será uno de los secretarios de ‎Defensa más enemigos del Estado de Israel en la historia de nuestro país”, dijo ‎Graham.‎
Brennan, en cambio, enfadará más a los demócratas. Obama ya intentó ‎nombrarlo en 2009, pero desistió por la relación del elegido con las torturas a ‎detenidos durante la Administración Bush. Brennan, de 57 años, asegura que no ‎participó directamente en el programa de “interrogación reforzada”, pero como ‎veterano de la CIA siempre fue uno de los espías del sector más duro y no consta ‎que hiciera nada para oponerse a los duros interrogatorios.‎