PRENSA

Un cheque en blanco a Irán, mala idea. Por Andrés Cisneros*

Desgraciadamente, el primer round de las conversaciones con Irán no se nos aparece favorable. Para acceder a esa mesa el país ya ha tenido que pagar un costo considerable : nos desplazamos de la dimensión jurídica, donde estamos sólidos, para pasar a un carril político donde nuestras ventajas podrían licuarse; por no contabilizar el fastidio de la comunidad judía internacional, el repudio de la local, el abierto desagrado del Estado de Israel y la evidente molestia del Consejo de Seguridad de la ONU (al que acabamos de acudir por la Fragata), a lo que debe sumarse la perplejidad de la mayoría de la opinión pública argentina e internacional. Por ahora, todo eso a cambio de nada. Cuando terminó la primera y muy breve reunión, el canciller argentino obró como corresponde al guardar la debida reserva , pero el palacio San Martín debió quejarse severamente por las inmediatas declaraciones del locuaz vocero de la cancillería persa , Ramin Mehmanparast. En reuniones tan delicadas, si hay algo para decir, se lo hace de manera conjunta con un texto acordado, o no se dice nada. Para peor, todo lo que manifestó el vocero fue que “rechazamos cualquiera de las acusaciones contra nuestros ciudadanos.” ¿Para escuchar otra vez esa archiconocida letanía pagamos el altísimo precio de abrir conversaciones? (…) *Ex vicecanciller.