En un giro inesperado, el gobierno argentino acordó para hoy reunirse con representantes de Irán para avanzar en la investigación sobre el atentado a la AMIA, en 1994. La noticia, anunciada por Cristina en la ONU, no cayó bien en Israel. De hecho, el director para América latina de la Cancillería de ese país, Itzhak Shohain, pidió a la Casa Rosada «no caer en el juego iraní». Y agregó, en tono de alanna: «Irán no es un país que vaya a una negociación con las manos limpias, tiene agendas ocultas y no tendrá problemas en dilatar la investigación».
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