Alemania rendirá homenaje mañana al medio millón de gitanos asesinados por el Tercer Reich, con un monumento ante el Reichstag (sede del Parlamento) a modo de testigo contra el olvido. El de los gitanos es el colectivo más olvidado entre las víctimas del nazismo, por lo que se considera una verdadera reivindicación para quienes padecieron la locura de Adolf Hitler. «Es un homenaje algo tardío, como lo fue el reconocimiento del genocidio al pueblo gitano, en 1982. Pero es una señal importante en estos momentos, en que nuestro colectivo sigue siendo víctima del racismo en media Europa», declaró Romani Rose, presidente del Consejo Central de los Sinti y Roma. Para Rose, la trascendencia de recordar al medio millón miembros de las grandes familias centroeuropeas y balcánicas de los Sinti y Roma va más allá del mero reconocimiento de un genocidio, cuyo objetivo era «la aniquilación física de todo individuo de nuestra etnia, fueran bebés o ancianos».
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