En la antesala de la asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Irán sorprendió ayer al solicitar una reunión bilateral entre los cancilleres Ali Akbar Salehi y Héctor Timerman. Los dos países mantienen un extenso conflicto desde el atentado a la AMIA, en 1994, hecho por el que la Justicia argentina libró pedidos de captura para siete iraníes y un libanés, acusados de ser los autores intelectuales. El Gobierno no informó cómo responderá a la solicitud, aunque la estrategia de los últimos años frente a Teherán estuvo signada por el descongelamiento de las relaciones y las exhortaciones a un diálogo “constructivo, sincero y con resultados”, según detalló la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner hace un año. Con esta jugada, el gobierno de Irán tal vez vuelva a lograr que la delegación argentina no se retire del recinto de la ONU cuando toque el turno del discurso de Mahmoud Ahmadinejad, tal como ocurrió el año pasado.
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