PRENSA

Carta de lectores: Campos de concentración

En el artículo Antisemitismo en el infierno argentino, publicado en EL PAÍS, J. Ernesto Ayala-Dip emplea la desafortunada expresión “los campos de exterminio en Alemania y Polonia” refiriéndose a los campos de exterminio nazi en la Polonia ocupada y poniendo en la misma fila el país opresor con la víctima. Desgraciadamente no es la primera vez que esto ocurre. En el artículo Nunca es tarde para cazar un nazi publicado por EL PAÍS hace un mes (el 17 de julio), Francisca Risatti usó la expresión “los campos de la muerte de Polonia en 1944”. Para los ciudadanos polacos, la expresión “campo de exterminio polaco” resulta ofensiva. Cabe recordar que durante la Segunda Guerra Mundial Polonia perdió cerca de seis millones de sus habitantes y que justamente los polacos lucharon contra el III Reich en todos los frente. Cabe subrayar que, con el fin de garantizar el rigor histórico, una resolución de la UNESCO de 2007 fijó el nombre del campo Auschwitz como: “Auschwitz-Birkenau, campo de concentración y exterminio alemán nazi en la Polonia ocupada (1940-1945)”. Teniendo en cuenta que las expresiones empleadas en referencia a los campos de concentración nazis en la Polonia ocupada pueden herir sensibilidades y distorsionar la verdad histórica, espero que tengan a bien evitar su utilización en el futuro.— Ryszard Schnepf. Embajador de Polonia en España.