PRENSA

Máximo castigo para Breivik

Al encontrarlo imputable y culpable de los atentados «terroristas» que el 22 de julio de 2011 se cobraron 77 vidas, la Justicia noruega condenó ayer al ultraderechista Anders Behring Breivik a 21 años de prisión «prorrogables», el máximo castigo previsto en el país escandinavo y, teniendo en cuenta que el número de prórrogas por 5 años es «ilimitado», equivale a una virtual cadena perpetua. El veredicto unánime, cuya lectura duró seis horas, distingue que el criminal de 33 años «es un fanático extremista y no un enfermo mental», de ahí que deba ir a la cárcel y no a un psiquiátrico, como solicitaba la defensa basándose en el primer examen que se le practicó y diagnosticó que el homicida se hallaba en estado «psicòtico» al desatar el baño de sangre y padece una esquizofrenia paranoide.