El socialista François Hollande fue investido oficialmente este martes como Presidente de la República de Francia en una ceremonia en el palacio presidencial del Elíseo en que prometió reconciliar a sus conciudadanos y defender en Europa un nuevo pacto presupuestario que incluya medidas para estimular la economía. «A partir de este día, usted encarna Francia, usted simboliza la República y usted representa al conjunto de los franceses», le dijo en el austero acto el presidente del Consejo Constitucional, Jean-Louis Debré. «Contra las discriminaciones». Sus primeras palabras como Presidente fueron dirigidas a la necesidad de reconciliar a la nación. Hizo hincapié en la imparcialidad del Estado y en la necesaria unidad de los franceses e, invocando los valores de la República, prometió luchar «contra el racismo, contra el antisemitismo y contra todas las discriminaciones».
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