PRENSA

Conmoción en un kibutz argentino atacado desde Gaza

«Por suerte, o de milagro, no pasó nada.» Esta frase resume la pesadilla que vivieron anteayer los habitantes del kibutz Mefalsim -la mayoría de ellos argentinos-, donde un cohete Qassam disparado desde la Franja de Gaza impactó muy cerca de una de las «casas de niños» y causó serios destrozos. La actividad de los chicos en ese establecimiento había terminado una hora antes del impacto. Pero el cuadro podría haber sido diferente. En Mefalsim, que muchos conocen como «el kibutz argentino» (no sólo por sus fundadores, sino porque el 80% de sus miembros son argentinos o hijos de argentinos), lo tienen claro. Es que aquí ya están curados de espanto. El de anteayer no fue el primer misil que cayó en Mefalsim, ubicado cerca de Gaza. Hace pocos años, uno de los javerim (habitantes del kibutz) habría muerto de no resguardarse apenas oyó la alarma que suena apenas 15 segundos antes del impacto de un cohete, recuerda Raquelita Braude, que llegó de Entre Ríos hace 50 años, para acompañar a quien hoy es su esposo, que había llegado desde Tucumán. Lizi Schuster, directora de la comunidad de 48 años, que llegó de la Argentina con su familia cuando tenía 6, recuerda el impacto directo en el comedor colectivo, con la suerte de que en ese momento no había nadie adentro.