PRENSA

Los neonazis mataron con total impunidad

Las autoridades alemanas admitieron ayer, por primera vez, que cometieron «graves errores» en la investigación de los crímenes nazis descubiertos casualmente el sábado. Aunque la canciller Angela Merkel sigue sin hablar directamente sobre el tema, el ministro del Interior de Baja Sajonia, Uwe Schonemann, y la Oficina de Protección de la Constitución del mismo «Land» admitieron que desde 1999 sabían de la «existencia» de Holger G, un nazi detenido el domingo, pero que no habían tenido el cuidado de incluirlo en la lista de peligrosos. «Aquí surge la pregunta de por qué no se activaron las alarmas cuando junto con su nombre apareció el término ‘terrorismo de extrema derecha'», dijo Schonemann. Ayer, el ministro del Interior federal, Hans Peter Friedrich, anunció la «próxima» creación de un registro central de nazis y ultraderechistas peligrosos similar al banco de datos ya existente para los islámicos. Sin quererlo, Friedrich admitió que durante décadas el Estado alemán les ha dado el status de «peligrosos» a los musulmanes pero no a los nazis. Mientras, un vocero de Merkel, prometió que habrá «consecuencias» por las fallas mostradas por los servicios de inteligencia, algo así como el clásico «investigaremos hasta las últimas consecuencias».