PRENSA

Galliano, ‘perdonado’

La justicia francesa ha considerado culpable al modisto John Galliano de insultos racistas y antisemitas. La sentencia emitida ayer por el tribunal de París le condena a pagar una multa de 6.000 euros, evitable si no reincide, y a indemnizar con un euro a dos parejas de turistas a los que vejó en febrero de este año y octubre del pasado con expresiones como «sucia cara judía» y «puto cabrón asiático» y proclamando su «amor a Hitler». Una pena simbólica para el creador (se enfrentaba a seis meses de cárcel y una sanción de 22.500 euros), cuyo mayor castigo ha sido la pérdida de la dirección de la casa Dior, ya que el pasado 1 de marzo fue despedido de forma fulminante, y de la marca que llevaba su nombre. De la noche al día, el diseñador gibraltareño, de 50 años, perdió el trono. Pasó del olimpo de la alta costura parisina, en el que reinó durante los 15 años que llevó las riendas de Dior, a ocupar una habitación en una renombrada clínica de desintoxicación de Estados Unidos. Después de dos meses de cura, se enfrentó al juicio, celebrado el pasado mes de junio. Visiblemente desmejorado y frágil, Galliano llegó al tribunal con un sobrio traje negro. El modisto, conocido por sus excentricidades y su actitud provocativa, se mostró discreto y alegó haber hablado bajo los efectos de una triple adicción al alcoholismo, los tranquilizantes y el válium.