PRENSA

Policía y caballero de Thule

La investigación empezó por una denuncia de la DAIA, que detectó que un grupo de adolescentes de entre 15 y 17 años estaba siendo adoctrinado por los seguidores de Alba Thule, una secta nazi fundada por un místico argentino, Karl Gottman. Los nazis creían que la tierra era hueca, y que del lado de adentro vivía una raza superior, iluminada por un sol negro que vendría a ser el centro del globo. También hablaban de la Atlántida, del Santo Grial y de que la raza aria había llegado de las estrellas, para vivir primero en ciudades ahora perdidas y luego dispersarse por el mundo. Una de esas supuestas civilizaciones antiguas era Thule. Podrá sonar delirante, pero se tomaban en serio sus creencias. Muchas sirvieron como fundamento para el Holocausto. En América Latina hay al menos dos referentes que en la actualidad intentan propagar ese tipo de doctrinas. El primero es un chileno que asegura que Hitler no murió, vive en la Antártida y se mueve por el mundo en platillos voladores que le proveen sus amigos extraterrestres. El segundo es Karl Gottman, que se presenta a sus seguidores como una especie de mesías capaz de ganar un partido de ajedrez sin mirar el tablero. Gottman es el fundador de la secta llamada Orden Alba Thule, o Hermandad de Caballeros Alba Thule. «Su idea -explica uno de los miembros del grupo en la w e b – es formar una legión de líderes capaces de forjar un mundo donde él hombre blanco sea libre y dueño de si».