El mismo dolor, la misma lucha… Así dice Sergio Burstein en su discurso del 17 aniversario del Atentado a la AMIA. ¿El mismo dolor, la misma lucha? Yo sólo le agrego un signo de pregunta. Y de algún modo Burstein me incluye en sus palabras. Y me excluye a la vez. Allí, en esas líneas declamadas por Burstein frente a una Presidenta de luto, además, por su propia familia, acongojada junto a todo el Gabinete nacional bajo la lluvia pertinaz que rememora al dia en que Todos Quieren Saber de Que Se Trata, se me menciona explícitamente, se me acusa de una traición absurda, se me ataca sin razón alguna. La AMIA y su atentado le pertenece a una Nación entera. Ni a macristas, ni a kichneristas. Ni a Presidentes o Jefes de Gobiernos. Ni a Rabinos, ni a Familiares. Ni siquiera, y mucho menos, a futuros Legisladores. El 18 de Julio es un día de luto para todos los argentinos. Tardamos mucho en darnos cuenta de esa realidad. Y mientras no haya justicia, así será. Y quizas después también. Mucho se ha avanzado, no lo podemos negar. Pero mientras nuestros cancilleres mantengan relaciones con el país que empuñó la bomba, nuestros vecinos los reciban con honores y algunos familiares se involucren carnalmente con el kirchnerismo perdiendo toda credibilidad, será dificil que nos reunamos a llorar bajo la lluvia sabiendo de qué se trata y dejemos a nuestros muertos descansar en paz. Ojalá pronto reine un respetuoso silencio de sabiduría y justicia.
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