El Gobierno de Bolivia echó de ese país a un funcionario iraní sospechado de haber planificado el atentado contra la AMIA-DAIA. La administración de Evo Morales dispuso la expulsión «de inmediato» del ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, quien había sido invitado por su par boliviano. La presencia de Vahidi amenazó con crear un conflicto diplomático, lo que obligó a la Cancillería de ese país a apurar una resolución. «El Gobierno de Bolivia ha tomado las previsiones correspondientes a fin de que el señor Ahmad Vahidi abandone de inmediato el territorio boliviano y, de esta manera, mostrar con claridad que Bolivia no desea interferir respecto de procedimientos que pudieran existir en torno a la situación jurídica de dicha persona», comunicó el canciller David Choquehuanca Céspedes por nota a su par argentino, Héctor Timerman.
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