PRENSA

Condenan a un criminal nazi, pero queda libre

Mientras se escuchaba la lectura de la sentencia de un criminal de guerra nazi, todas las miradas estaban puestas en él. El ucraniano John Demjanjuk (91) fue condenado ayer en Munich, Alemania, a cinco años de cárcel por complicidad en la matanza de casi 30.000 judíos en un campo de concentración. Pero luego del veredicto, el juez decidió su liberación por su edad avanzada y porque ya había pasado dos años con prisión preventiva. En el que podría ser el último juicio por el Holocausto, los miembros del tribunal dieron por probado que Demjanjuk fue guardián del campo de Sobibor, en la Polonia ocupada por los alemanes, y que colaboró con el crimen de judíos que allí estaban encerrados, entre marzo y setiembre de 1943. Recostado en una camilla y escondido tras unos anteojos de sol y una gorra de béisbol, Demjanjuk escuchó cómo uno de los jueces lo describía como “una pieza de la maquinaria de aniquilación”. La fiscalía había pedido seis años de prisión, mientras que la defensa abogó por la absolución.