PRENSA

El rabino Bergman se lanza en la Ciudad

Asomó en los medios en 1994, con la fundación de Memoria Activa. Pero pocos lo conocían cuando doce años después, en una multitudinario acto frente a la Casa Rosada en reclamo por medidas de seguridad, irrumpió en el escenario con un discurso duro, que para muchos de los asistentes opacó el de Juan Carlos Blumberg, por entonces en su pico de popularidad. A partir de aquella noche sonó como candidato a diputado por la Coalición Cívica y el PRO. Nunca aceptó, pese a que en 2007 fue uno de los operadores que permitió la alianza entre Jorge Telerman y Elisa Carrió. El año pasado Mauricio Macri también le había ofrecido, en vano, el ministerio de Educación.

Sergio Bergman vacilaba con dar el salto a la política. Ya no. El rabino más mediático, asociado con ideas de centroderecha cercanas al macrismo, aunque él prefiere que no lo encasillen y dice que habla “desde lo lógico y no desde lo ideológico”, se lanza como candidato. Será el miércoles a las 18.30 en el hotel Panamericano. No va por un puesto menor.

Quiere ser el sucesor de Macri, en un distrito que ya suma 20 candidatos. Piensa en un “frente amplio” que pueda representar “lo que pide la gente”.

¿Y qué pide “la gente”? Acuerdos programáticos, unir lo que no se une con vocación frentista. Hemos elaborado una alternativa independiente cuya preocupación máxima es la inseguridad. Pero también impulsaremos la educación, la construcción de escuelas comunitarias, la inclusión social y el combate contra el narcotráfico. No tengo una agenda para el márketing, tengo una agenda para el cambio.

Siempre propenso a los aforismos, Bergman tira ante Clarín varias frases que se oirán durante la campaña. Desde “no hay nada más urgente que el mediano plazo”, pasando por “somos lo nuevo, la gente sabe de donde venimos y ahora también hacia dónde vamos” hasta “tenemos que salir de la protesta para ir a la propuesta”.

¿Qué lo decidió a ser candidato? Siento que tengo que validarme con el voto. Yo podría estar cómodo, preservando el statu quo. Tomé la decisión de jugarme y comprometerme después de muchos años como referente social y religioso porque aprendí que si no nos metemos no van a cambiar las cosas. A la gente le voy a decir: ‘yo me meto por vos, pero vayamos juntos’. Esa será mi misión. Apuesto a los jóvenes, a los partidarios decepcionados y a los independientes.

El rabino dice que dejará la tarea pastoral durante la campaña, pero avisa que se abstengan de pedirle que se saque la quipá. Y lanza una nueva frase: “Mi paradigma es la virtud, no el éxito. De exitosos estamos llenos”.