PRENSA

Luchar contra las nuevas manifestaciones del antisemitismo

El análisis de Agustín M. Romero

El 27 de enero fue establecido por las Naciones Unidas como el «Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto». La fecha elegida por la Asamblea General corresponde al día de 1945 en que el Ejército soviético ingresó y liberó el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau en Polonia, símbolo de la barbarie y el horror de la maquinaria nazi.

Si bien hay en Europa algunas señales de alarma sobre un leve repunte del antisemitismo tradicional el revisionismo histórico y atacar el derecho a la existencia del estado de Israel se han convertido en la cara y contra cara del antisemitismo moderno.

Nuestro país ha dado varios pasos en el camino correcto de la educación y concientización del legado del Holocausto y en la lucha contra el antisemitismo. Ejemplo de ello es la participación activa y como único país latinoamericano del Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional en Educación, Rememoración e Investigación del Holocausto.

Esta fuerza fue creada para promover la cooperación internacional en ámbitos relacionados con la educación, la conmemoración, la construcción de monumentos y la investigación referida al Holocausto en cada uno de los países que componen este grupo. Otros pasos importantes fueron la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner del decreto con el que declaró de interés nacional el Día Internacional de la conmemoración Anual de la Memoria de las Víctimas del Holocausto y la participación conjunta en la organización del seminario sobre Shoá, genocidio y justicia, seminario organizado por el Memorial de la Shoá de París y la Secretaría de Derechos Humanos y el Ministerio de Justicia argentinos en 2010.

Hace dos años el Memorial de la Shoá en París, el Ministerio de Justicia de la Argentina y la Secretaría de Derechos Humanos habían firmado un acuerdo para desarrollar una asociación destinada a rescatar la memoria, a estudiar la Shoá y los genocidios del siglo XX. Es de esperar que iniciativas similares se multipliquen en distintos ámbitos a nivel nacional, provincial y municipal y que no queden en meras expresiones de deseos o actos protocolares.

A pesar de estos avances aún quedan algunas deudas pendientes en nuestro país como la de multiplicar los cursos de capacitación de docentes en temas de la Shoá; las visitas de estudiantes al Museo del Holocausto como también seguir trabajando para que se concrete el compromiso asumido por nuestro país ante el Grupo de Trabajo para que esta temática sea incluida en la currícula escolar obligatoria a partir del presente año. Esta iniciativa es tan importante que es el primer proyecto de esta magnitud en América latina. Por tal motivo es de esperar que una vez que nuestro país complete lo acordado, promueva iniciativas similares en el marco del MERCOSUR y de la OEA.

Lo fundamental está en unir la historia con la educación y la memoria. Si bien el recuerdo y los sentimientos del pasado son muy importantes no debemos estar solo atados a ellos. La mejor manera de sensibilizar las conciencias de los más jóvenes y de rendir un real homenaje a aquellos que perdieron la vida en el Holocausto es a través de la educación.

Profesor de Política Exterior Argentina en la carrera de Ciencia Política en la UBA.